SALVADOR DALÍ
SALVADOR DALÍ
El genio catalán del surrealismo
Salvador Dalí nació el 11 de mayo de 1904 en el número 6 de la calle Monturiol de Figueres, Girona (Alt Empordà).
Fueron sus padres Salvador Dalí i Cusí, notario, y Felipa Domènech i Ferrés.
Tuvo dos hermanos, uno mayor que él, nacido el 12 de octubre de 1901 (también de nombre Salvador), que murió de meningitis poco antes de que él llegara al mundo, y Anna María, nacida el 6 de enero de 1908.
Debido a la prematura muerte de su hermano, Salvador fue un niño consentido, caprichoso y mimado, en quien sus progenitores volcaron todo su afecto de una forma un tanto compulsiva.
Cuando Salvador tenía cinco años sus padres le llevaron a la tumba de su hermano y le dijeron que él era su reencarnación, algo que le obsesionó y traumatizó hasta el punto de haber declarado años más adelante que “había vivido la muerte antes de vivir la vida”.
A los seis años de edad, en 1910, Salvador pintó su primer cuadro titulado “Paisaje cerca de Figueres”.
En su etapa de escolar estudió bachillerato en los Maristas y más tarde en el Instituto Ramón Muntaner de Figueres.
A los diez años realizó su primer autorretrato titulado “El niño enfermo”.
En el verano de 1916, durante una larga convalecencia en el Molí de la Torre, una finca cerca de Figueres propiedad de la familia Pichot, formada por intelectuales y artistas, y gracias a la vasta colección de arte del pintor Ramón Pichot i Gironès, Salvador descubrió la pintura y, más concretamente, el impresionismo.
Siguiendo los consejos de Ramón Pichot su padre lo envió a tomar clases de pintura con el maestro Juan Nuñez Fernández, en la Escuela Municipal de Dibujo de Figueres.
En el Teatro Municipal de Figueres presentó, en 1919, sus trabajos en una exposición colectiva y fundó con unos amigos la revista Studium, donde publicó sus primeros textos.
En febrero de 1921 falleció su madre, víctima de un cáncer uterino, a los 47 años de edad.
Para Salvador fue un duro golpe, pues se quedaba sin la persona que lo había protegido de la autoridad de su progenitor.
Al poco tiempo, su padre se volvió a casar con Catalina Domènech, hermana de su difunta esposa, algo que al joven Salvador le costó mucho aceptar.
Al año siguiente, Salvador convenció a su padre para que lo enviara a Madrid, a estudiar en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
Allí conoció a un grupo de jóvenes que más tarde se convirtieron en importantes intelectuales y personalidades de la llamada “Generación del 27”, como José Moreno Villa, Luis Buñuel Portolés, José Antonio Rubio Sacristán o Federico García Lorca, con quien le unió una gran amistad.
En ese tiempo en el que Dalí ensayaba con el cubismo ya empezó a destacar por sus genialidades.
Era imposible que su imagen, con su extravagante atuendo, pudiera pasar desapercibida: patillas, cabellos largos sujetos por una redecilla, una corbata desproporcionada y abrigo, medias y pantalones al estilo de la moda del siglo anterior.
En el libro “Les bruixes de Llers” (Las brujas de Llers), de su amigo el poeta ampurdanés Carles Fages de Climent, un todavía desconocido Salvador Dalí efectuó sus primeras ilustraciones en 1924.
En la Sala Dalmau de Barcelona, fundada y dirigida por el pintor Josep Dalmau i Rafel, Dalí expuso en 1925 por vez primera sus obras “Muchacha en la ventana” y “Muchacha de espaldas”, en las que aparece como modelo su hermana Anna María.
Repitió exposición un año después en el mismo lugar, donde una de sus pinturas, “Cesta de pan”, fue seleccionada y enviada al Museo de Arte Carnegie de Pittsburgh, Pensilvania.
Durante ese período de tiempo, Federico García Lorca aceptó la invitación de su amigo Salvador Dalí para pasar el verano en su casa de Cadaqués, Girona.
El poeta aprovechó su estancia en la bella localidad costera para leerle a Salvador y a su hermana Anna María, con la que inició una estrecha amistad, los textos de su obra de teatro “Mariana Pineda”. Con decorados del propio Dalí, este espectáculo no pudo estrenarse hasta 1927 por la censura de Miguel Primo de Rivera.
Federico y Salvador mantuvieron una eventual pero intensa relación amorosa que duró más de una década.
Por calificar de incompetente al tribunal que le tenía que examinar, en 1926 Dalí fue expulsado de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, regresando de nuevo a Catalunya.
Viajó a Paris, donde conoció a su admirado pintor malagueño Pablo Ruiz Picasso, el cual tenía muy buenas referencias de Dalí a través del también pintor catalán Joan Miró i Ferrà.
Precisamente con la ayuda de Miró, Dalí se incorporó al grupo surrealista que lideraba el poeta André Breton en el barrio de Montparnasse de la capital parisina.
Ambos influyeron en las obras que Salvador pintó en esa etapa, en la que manejó mezclas de estilos que variaban desde el más académico clasicismo hasta el más vanguardista, algo que atrajo la atención de la crítica.
Durante su servicio militar en el Castillo de Sant Ferran de Figueres, Dalí realizó “Cenicitas”, donde afloraban sus recuerdos fantasmas.
Con su amigo Luis Buñuel colaboró en 1928 en la realización de la surrealista película “Un perro andaluz”, la cual fue estrenada en la capital del Sena en 1929.
Entre las muchas visitas de amigos que Salvador recibió ese mismo año en Cadaqués, una de ellas fue la del director de cine Luis Buñuel y otra la del pintor surrealista belga René Magritte acompañando al matrimonio formado por el poeta Paul Éluard y su esposa Elena Ivánovna Diakonova, llamada a sí misma Gala, los cuales deseaban conocer a Dalí.
A pesar de que Salvador era diez años más joven que Gala, ambos se enamoraron e iniciaron una polémica relación que terminó con el divorcio, ese mismo año, de Gala i Éluard.
La devoción que Dalí sentía por Gala lo llevó a distanciarse de su padre, quien lo llegó a desheredar (aunque con el tiempo se llegaron a reconciliar), así como de su hermana Anna María, a quien nunca le gustó la influencia que ésta ejercía sobre su hermano en los ambientes surrealistas.
Salvador llegó a decir de Gala: “La amo más que a mi padre, más que a mi madre, más que a Picasso e incluso más que al dinero”.
La pareja se fue a vivir juntos, convirtiéndose Gala para Dalí en su musa, su amiga, su amante y su modelo.
Salvador pintó en 1929 “Adecuación del deseo”, “Placeres iluminados” y “El gran masturbador” donde aparece Gala de perfil.
Entre 1920 y 1930 Dalí publicó ensayos sobre pintura, así como textos controvertidos y provocadores en revistas y periódicos catalanes.
Reconocido como una figura del movimiento surrealista, durante 1928 y 1934 inventó lo que él denominó método paranoico-crítico, basado en una mezcla entre la técnica de observación de Leonardo da Vinci, a través de la cual en una pared se podía ver como surgían formas que permitían ver dos imágenes en una sola escena.
De nuevo, en 1930 volvió a colaborar con su amigo Luis Buñuel en ”La edad de oro”, película que levantó violentas polémicas.
Supuestamente, después de ver como unos trozos de queso se deshacían expuestos al sol del verano, en referencia a la teoría de la relatividad de Albert Einstein, Dalí pintó en 1931 una de sus obras más famosas titulada “La persistencia de la memoria”, popularmente conocida como “Los relojes blandos” en la que se muestran unos relojes derretidos delante de un paisaje marino.
La fama del pintor gerundense cruzó fronteras y en 1933 realizó en Nueva York su primera exposición individual donde se consagró como artista.
A partir de entonces se sucedieron sus exposiciones en Europa y América.
A finales de 1934 Dalí y Gala se casaron por lo civil en el consulado de España en París.
Poco tiempo después, debido a un mioma uterino, Gala tuvo que someterse a una histerectomía.
Cuando comenzó la Guerra Civil en 1936, André Breton lo expulsó de su círculo surrealista alegando que se había alineado con posiciones fascistas y que simpatizaba con el dictador alemán Adolf Hitler, argumentos que Dalí desmintió, aunque durante la guerra se posicionó del lado de Francisco Franco.
En 1937, en plena guerra, Salvador pintó “Metamorfosis de Narciso”, primera obra donde incluyó el huevo simbolizando la esperanza y el amor, uno de sus elementos recurrentes de la vida intrauterina prenatal.
Durante el transcurso de la segunda Guerra Mundial, en 1940 Dalí obtuvo un visado del cónsul portugués en Burdeos, Aristides de Sousa Mendes, para viajar con Gala a Estados Unidos.
Ese año Dalí realizó “Mercado de esclavos”, en la que aparece el busto invisible de Voltaire.
En su etapa americana, en la que Salvador y Gala permanecieron hasta 1948, Dalí se dedicó a desarrollar más su faceta de escritor, así como a diseñar joyas y a colaborar con libretos, vestuarios y decorados de varias obras como “Tristán loco” o “Coloquio sentimental”.
Siguiendo la estética del militar catalán Josep de Margarit i de Biure, cuyo retrato colgaba en una pared de la casa de su padre, y del pintor del siglo XVII Diego Rodríguez de Silva y Velázquez, Dalí se dejó crecer el bigote de una forma tan original que se convirtió en un personaje extravagante e icónico para el resto de su vida.
Para los estudios Disney realizó en 1941 los dibujos de las secuencias de los elefantes rosados de la película “Dumbo”.
Más tarde, en 1942, la editorial Dial Press de Nueva York publicó su autobiografía con el título “La vida secreta de Salvador Dalí”, escrita por él mismo.
En 1944 pintó “Sueño causado por el vuelo de una abeja alrededor de una granada un segundo antes del despertar” en la que por primera vez aparece un elefante como un elemento de sus obras.
Para una de las escenas de la película “Recuerda”, de 1945, Salvador Dalí diseñó los decorados de la escenografía.
A su regreso a Catalunya en 1949, fue criticado por los progresistas e intelectuales de la época, que le acusaron de utilizar su imagen como propaganda del régimen franquista.
Al poco tiempo pintó “Leda atómica”, donde representa a su esposa Gala como la figura mitológica de Leda, la mortal seducida por Zeus a la que éste convierte en cisne para fecundarla.
Víctima de un cáncer de próstata falleció en Figueres en 1950 Salvador Dalí i Cusí, padre del artista.
Ese año realizó “Madonna de Port Lligat”, donde una vez más representa a Gala como la «madre» en un sentido muy religioso.
Con la colocación el 12 de agosto de 1951 de una placa en la fachada de la casa donde nació el pintor, el ayuntamiento de Figueres le rindió un multitudinario homenaje con numerosos actos públicos donde se le entregó la Hoja de Parra de Plata de la ciudad.
Entre los aplausos del público el artista, haciendo honor una vez más a su excentricidad, se presentó en un Cadillac descapotable.
Su amigo Carles Fages de Climent le dedico la auca “El triomf i el rodolí de la Gala i en Dalí” (El triunfo y el pareado de Gala y Dalí), que el propio pintor había ilustrado.
El artista realizó en 1951 “Cristo de San Juan de la Cruz”.
Con dibujo y epílogo de Salvador Dalí ilustró en 1954 el libro de Carles Fages de Climent “Balada del sabater d’Ordis” (Balada del zapatero de Ordis), donde en un conocido verso se compara a si mismo con el personaje: “Yo estoy divinamente loco, nuevo Prometeo de Port Lligat, desde donde hago como el Loco de Ordis, cada día es Gala y por eso muevo la música del mundo”.
Ese mismo año realizó “Crucifixión” donde aparece Gala al pie de la cruz y al fondo el pueblo gerundense de Cadaqués.
Un año después, en 1955, pintó “La última cena”.
Con tan solo cinco testigos y en el más absoluto secreto, el 8 de agosto de 1958, después de casi 24 años de su matrimonio civil, Dalí con 54 años y Gala con 63 se casaron por la iglesia en el Santuario dels Àngels, en Sant Martí Vell, a pocos kilómetros de Púbol, cerca de Girona.
Como no podía faltar un detalle digno de la originalidad de la pareja, los novios aparecieron en un Cadillac conducido por Gala.
Con el propósito de convertirlo en la sede de sus obras, Dalí empezó a trabajar en 1960, sobre las ruinas del antiguo Teatro Principal, en el proyecto del Teatro-Museo Dalí de Figueres.
A los cincuenta y nueve años de edad Dalí ejecutó la enigmática obra “Retrato de mi hermano muerto”, sobre su relación con su hermano fallecido, del que sus padres siempre habían dicho que eran como dos gotas de agua.
En 1964 fue galardonado con la Gran Cruz de Isabel la Católica, la más alta distinción española.
Al casarse, Dalí le había prometido a su amada Gala que le regalaría un castillo, pero al no poder adquirir los de Foixà y Empordá, como deseaba, en 1969 la obsequió con el de Púbol, el cual bajo su dirección fue restaurado y decorado.
Interesado en la decoración y la imagen, ese mismo año Dalí realizó el logotipo para la compañía Chupa Chups y fue designado para diseñar toda la publicidad relacionada con el televisivo Festival de la Canción de Eurovisión celebrado en Teatro Real de Madrid.
Tras un acto oficial en el ayuntamiento de Figueres donde le fue entregada la Medalla de Oro de la ciudad, el 28 de septiembre de 1974, sin estar totalmente terminado, se inauguró el Teatro-Museo Dalí de Figueres.
Mientras una gran multitud esperaba la llegada de Gala y Dalí en su Cadillac descapotable (el mismo que se expone actualmente en el Teatro-Museo Dalí), hubo actuaciones de bailarines, músicos, majorettes e incluso un elefante.
En la ceremonia a la que asistieron más de mil invitados, Dalí estuvo acompañado por su musa, la modelo y cantante Amanda Lear, y Gala por el actor Jeff Fenholt.
Después de ver una reproducción macro pixelada del retrato del presidente Abraham Lincoln, realizada por el ingeniero electrónico León D. Harmon en homenaje al pintor Mark Rothko, artista estadounidense representante del expresionismo abstracto, en 1975 Dalí reinterpretó la obra “Gala desnuda mirando el mar que a 18 metros aparece el presidente Lincoln”.
Si uno observa el cuadro por primera vez, ve a Gala majestuosa, desnuda de espaldas asomada a la ventana, pero sólo 18 metros más atrás, el espectador verá un cuadro completamente distinto ya que con solo entornar los ojos se distingue claramente el rostro del primer presidente de los Estados Unidos.
En 1977, el artista pintó “Dalí levantando la piel del mar Mediterráneo para mostrar a Gala el nacimiento de Venus».
Una gran primera exposición antológica de Salvador Dalí se inauguró en diciembre de 1979 en el centro Georges Pompídou de París.
Durante la década de 1980, Dalí colaboró con la diseñadora italiana Elsa Schiaparelli en los estampados de telas, vestidos y sombreros entre los que sobresalió su sombrero-zapato fruto de la imaginación surrealista del artista.
En su ciudad natal de Figueres, el 20 de marzo de 1982 el pintor fue galardonado por el entonces presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, con la Medalla de Oro de la Generalitat de Catalunya. En el transcurso del acto el artista pronunció estas palabras: «El honor que hoy recibo lo quiero compartir con Gala, con quien he hecho el camino de mi vida”.
Al fallecer Gala el 10 de junio de 1982, Dalí perdió su ilusión por vivir, entrando en un período de decadencia.
El rey Juan Carlos I le concedió el título de marqués de Dalí de Púbol, el 24 de julio de 1982.
Al sentirse delicado de salud Dalí dejó su casa de Port Lligat en Cadaqués para irse a vivir al castillo de Púbol, pero cuando en 1984 se incendió su habitación, se trasladó a la Torre Galatea, cuyo aspecto había transformado el propio pintor dotándola de un color llamativo, agregando panes en las paredes y huevos gigantes en lo alto de la torre y sobre las paredes.
La Torre Galatea, donde el genio se recluyó, se halla ubicada junto al edificio del Teatro-Museo de Figueres.
Al sufrir un infarto en noviembre de 1988 tuvo que ser ingresado en el Hospital de Figueres, donde el 5 de diciembre recibió la visita del rey Juan Carlos I.
Mientras escuchaba un fragmento de la ópera “Tristán e Isolda” de Richard Wagner, el 23 de enero de 1989 Salvador Dalí, todavía ingresado, falleció por parada cardiorrespiratoria a los 84 años de edad, después de haber sufrido una larga agonía.
Poco antes de fallecer Dalí, el grupo musical madrileño «Mecano» compuesto por los hermanos José María y Nacho Cano y la cantante Ana Torroja, homenajearon al genio de la pintura con el tema «Eungenio Salvador Dalí» perteneciente a su álbum «Descanso Dominical».
El artista a modo de agradecimiento les envió un libro de su obra firmado por su mano temblorosa.
El gran genio catalán, máximo exponente del arte surrealista, vivió junto a Gala una vida estrafalaria plagada de excentricidades.
Su cadáver fue embalsamado y, contrariamente a su voluntad de ser enterrado en la tumba que previamente había preparado junto a su esposa Gala en el castillo de Púbol, fue sepultado en la cripta bajo la cúpula geodésica de la Casa-Museo de Figueres.
Aunque hay quien opina que se trató de una maniobra política, al parecer dos días antes de la muerte del pintor, el alcalde de Figueras, Marià Lorca i Bard, reveló que Dalí le había comentado, “en secreto y sin testigos”, su voluntad de ser enterrado en el Teatro Museo Dalí de la localidad catalana.
La mayor parte de su obra fue cedida por Dalí al gobierno español, pasando a controlar la gestión de su legado la Fundación Gala-Salvador Dalí.
Las pinturas del genial pintor catalán se han expuesto en los más prestigiosos museos del mundo.
Algunas de sus mejores pinturas:
“Si muero, no moriré del todo»